o "O hay autorreforma del
sistema judicial o vendrá la constituyente a arrasar con todo lo que se pase
por delante"
Fernando Carrillo Flórez |
Bogotá, 18 de septiembre de
2017. El Procurador General, Fernando Carrillo, advirtió que el referendo que
propuso como salida a la crisis que vive la justicia exige un gran pacto del
Estado, que cierre de paso la puerta a la amenaza de una Asamblea Constituyente
populista.
Insistió que una reforma que funcione, como la
que reclama el país, requiere el respaldo ciudadano y "un gran pacto de
Estado que ojalá esté por encima de las preocupaciones electorales del año
entrante, que ojalá esté por encima de la polarización y la radicalización de
las opciones que se están presentando aquí en Colombia en este momento".
Al intervenir ante la Academia
Colombiana de Jurisprudencia, el jefe del Ministerio Público propuso que para
que ajusten los tiempos se requiere de "un cronograma donde haya una
presentación en el Congreso, y una ley de referendo que se pueda pasar. Acudir
a las sesiones extras y poder presentar un referendo, obviamente no por
firmas”.
“La consolidación de la paz no
se va a dar sin justicia. La justicia especial de paz es un elemento, solo un
elemento de la consolidación de la paz en Colombia, y tal vez deberíamos
aprovechar esta única y última oportunidad porque o hay autorreforma del
sistema judicial o vendrá la
constituyente a arrasar con todo lo que se pase por delante".
Carrillo Flórez insistió que
perder la oportunidad de hacer una reforma a la justicia “(…) es simplemente
precipitarnos a una Asamblea Nacional Constituyente, como una espada de
Damocles”, donde la gran preocupación no es “(…) el mecanismo en sí mismo, sino quienes son
los que van a ser constituyentes y cuál va a ser el escenario autoritario y
populista del país que va a precipitar una solución de esa naturaleza”.
“Un consenso de esa naturaleza es imposible en
este momento por lo que supone una Asamblea Constituyente que no tiene
controles, que no es manejable, que supone una caja de pandora que podría dar
lugar a un replanteamiento del funcionamiento del Estado y por supuesto de la
Constitución del 91”.
Para el Procurador General la idea de arrasar
con todas las instituciones por cuenta de unas pocas personas que han faltado a
sus deberes y han lesionado el ejercicio judicial, no debe llevar al país a
adoptar soluciones extremistas.
Recordó que este es un momento parecido al que
vivió Colombia en 1991, por lo que reclamó una mayor presencia no sólo de las
entidades, la academia y los sectores especializados, sino también de los
ciudadanos ante el riesgo de supervivencia y credibilidad que enfrentan las
instituciones. "Este momento es de recuperación de la ética para el
ejercicio de la función judicial".
Señaló que se requieren reformas de corto,
mediano y largo plazo: “Tomar decisiones desde el punto de vista administrativo
para mandar un mensaje clarísimo de que la autorreforma si cabe en la Rama
Judicial. Pensar en una justicia local muy fuerte, una justicia global con
escenarios de acceso verdaderamente robustos".
"La debilidad de una institucionalidad
frente a la impunidad lleva a que los controles sociales sean cada vez más
laxos, sumado a que se ha corrido la cerca de la ética... Una justicia sin
ética, es por supuesto la negación absoluta de la justicia.", concluyó. Fuente: Prensa de la PGN. Ajuste de texto y
diagramación: Bersoahoy.co
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