La Misión de Veeduría
Electoral (MVE) de la Organización de
los Estados Americanos (OEA) encabezada por el ex Presidente de Guatemala,
Álvaro Colom Caballeros, desplegó 40 observadores internacionales de 19
nacionalidades en 22 departamentos en la República de Colombia para observar
las elecciones de Autoridades Locales del pasado 25 de octubre. Los
observadores de la OEA visitaron 115 municipios la semana previa a las
elecciones y el día de la votación estuvieron presentes en 214 centros de
votación.
La Misión de la OEA reconoce
el compromiso de las instituciones colombianas en su conjunto para garantizar
elecciones transparentes y seguras. En particular, valora positivamente la
instalación y funcionamiento de la Comisión Nacional para el Seguimiento de los
Procesos Electorales liderada por el Ministerio del Interior, como un espacio
de coordinación interinstitucional entre autoridades públicas, partidos
políticos y organizaciones de la sociedad civil.
De acuerdo con las
observaciones de la Misión de la OEA, las mesas de votación abrieron a tiempo,
contaron con los materiales indispensables para el desarrollo de su trabajo y
en su mayoría fueron integradas por los jurados titulares. Es importante destacar
la amplia participación de los fiscales de los partidos y de los observadores
nacionales en las mesas observadas por la OEA. La Misión considera que más
observación de actores locales fortalece la transparencia y confiabilidad del
proceso. La predominante participación de las mujeres como jurados de mesas,
fiscales y observadoras nacionales, merece un reconocimiento especial que no
puede pasar desapercibido.
No obstante, al igual que en
elecciones acompañadas anteriormente por la OEA en Colombia, se constató que
algunos centros y mesas de votación no contaban con las condiciones necesarias
para garantizar el voto secreto. La Misión de la OEA reitera una vez más las
recomendaciones realizadas anteriormente, consistentes en mejorar la ubicación
de las mamparas en los centros de votación, con el fin de garantizar mayor
privacidad al momento del ejercer el sufragio.
Al final de las votaciones, la
Misión de la OEA observó una vez más la celeridad del sistema de transmisión de
resultados preliminares y desea felicitar a la Registraduría Nacional del
Estado Civil por la diligencia y profesionalismo en la materia. Sin embargo,
notó con preocupación que, si bien el promedio de participación aumentó levente
de 57.9% en las elecciones del 2011 a 59.9% en las elecciones del 2015, el
índice de abstencionismo continúa siendo elevado. Tal como se señaló en los
informes de la OEA en el 2014, este es un reto complejo, que debe atenderse de
forma integral, tarea en la cual deben converger todos los sectores de la sociedad
colombiana y, particularmente, sus partidos y líderes políticos. Fortalecer la
conciencia cívica y la participación ciudadana luce como una tarea altamente
prioritaria para la democracia colombiana.
En materia de seguridad
ciudadana, la Misión de la OEA destaca que, a pesar de los aislados incidentes
de violencia, esta puede calificarse como la elección de autoridades locales
más pacífica en los últimos años. De acuerdo con los datos de la Policía
Nacional de Colombia, los incidentes de violencia electoral disminuyeron de las
elecciones del 2011 a las del 2015 en un 60%. La Misión reconoce el efectivo y
oportuno trabajo de las fuerzas de seguridad, quienes a través de Plan
Democracia y el Centro Integrado de Información e Inteligencia Electoral
(CI3E), contribuyeron decididamente a la reducción de la violencia electoral,
pero al mismo tiempo insta a las autoridades competentes a que los incidentes
de violencia sucedidos no queden en la impunidad.
La trashumancia y la compra de
votos fueron los temas más recurrentes de las elecciones de autoridades
locales. La Misión de la OEA reconoce que se trata de fenómenos evidenciados en
procesos electorales anteriores, que desvirtúan la voluntad popular en las
urnas y atentan contra el fortalecimiento democrático de cualquier democracia.
En ese sentido, las medidas adoptadas por combatir ambos flagelos por parte del
Consejo Nacional Electoral (CNE) responden a un problema histórico y a una
imperfección del sistema democrático. Sin embargo, la Misión de la OEA recomienda
mejorar los sistemas y mecanismos de verificación de las inscripciones de las
cédulas, con el propósito de perfeccionarlos. En ese sentido, es importante que
el modelo de organización electoral sea revisado y en particular la estructura
del CNE, con el propósito de dotar a las autoridades responsables de la
independencia, atribuciones y recursos necesarios para fortalecer su labor.
También considera conveniente analizar el calendario electoral, con el objeto
que el censo sea preparado y esté listo con suficiente tiempo antes de las
elecciones.
La Misión de la OEA reconoce
igualmente el trabajo de Fiscalía General de la Nación, quien en coordinación
con la Policía Nacional, capturó a un número importante de personas
presuntamente responsables de la comisión de delitos electorales, muchos de
estos asociados precisamente a la trashumancia y la compra de votos. Sin
embargo, invita a las autoridades a evitar la criminalización del ciudadano y
adoptar una visión integral enfocada en la desarticulación de las estructuras y
líderes de las presuntas redes de trashumancia y compra de votos. En un país
con altos índice de abstencionismo, centrar una política de esta naturaleza en
contra del ciudadano podría desincentivar su participación.
Respecto al sistema de
financiamiento político-electoral, la Misión de la OEA valora los esfuerzos
impulsados desde el CNE en materia de control de los ingresos y gastos de las
campañas. El aplicativo Cuentas Claras y la reciente adopción del Mapa de
Publicidad Electrónica Electoral (MAPPE) son herramientas útiles para ese
propósito. Sin embargo, de acuerdo con la información disponible, solamente el
28% de los candidatos presentó informes en el aplicativo antes de la jornada
electoral. La Misión de la OEA hace un llamado a los candidatos, campañas y
partidos a mostrar en la práctica su compromiso con la transparencia, pero al
mismo tiempo recomienda institucionalizar la obligatoriedad del aplicativo y
establecer sanciones ante su incumplimiento.
La Misión de la OEA desea agradecer
a la Cancillería de la República de Colombia, al Ministerio del Interior, al
Consejo Nacional Electoral (CNE), a la Registraduría Nacional del Estado Civil
y a la Policía Nacional por facilitar todas las condiciones para el ejercicio
de sus mandatos, así como a los partidos, movimientos y candidatos, medios de
comunicación y organizaciones de la sociedad civil. También desea agradecer a
los gobiernos de Chile, Corea, Estados Unidos, Francia, Israel, México, Perú y
Turquía, que con sus generosos aportes financieros hicieron posible el
despliegue de esta Misión.