(Agencias de noticias, nueva Colombia
–Ancol-)
ANNCOL / 2016-01-03 / En un
comunicado del Secretariado del Estado Mayor de las FARC-EP, la insurgencia
rechaza declaraciones en los medios de comunicación sobre el tema del aborto y
el reglamento interno de la insurgencia colombiana. Como cualquier ejército en
el mundo, la guerrilla tiene su propio reglamento interno y no obedece a las
leyes colombianas, a las cuales una parte del pueblo colombiano se ha levantado
en armas. Califica el Secretariado como hipocresía declaraciones de políticos,
comentaristas o editorialistas el hecho que las FARC o ELN no permiten embarazo
durante la guerra, condición para ingresar a la insurgencia.
Las leyes colombianas por su
lado representan el atraso jurídico en el mundo de hoy en donde la mujer es
sindicada como una delincuente por el hecho de no querer parir un hijo/a no
deseado. Por eso existen más de 400.000 abortos “ilegales” por año en Colombia,
en donde 13 por ciento de las muertes maternas son productos de esos abortos ilegales.
Solo 0.08 por ciento de los abortos realizados en Colombia son legales.
¿Dónde está la moral y la justicia que se ejecuta desde una oficina
como el Procurador Alejandro Ordóñez, reconocido por su odio contra los
derechos de la mujer colombiana?
A continuación publicamos el
comunicado de la guerrilla de las FARC:
Comunicado
Las guerrilleras son mujeres
revolucionarias conscientes y libres
Declaración Pública
Hemos conocido por las
noticias el caso de Héctor Albeidis Arboleda Buitrago, presentado en gran
despliegue mediático como el médico de las FARC y sindicado de practicar
supuestamente 500 abortos forzados para los Frentes 7 y 49 de las FARC-EP entre
1998 y 2000.
Los hechos que relata la
noticia solo merecen nuestro total y decidido rechazo como organización, ya que
va en contra de nuestros principios y lineamientos.
No son secretas para nadie las
políticas de las FARC-EP en cuanto a planificación y violencia sexual, pero
creemos necesario repetirlas brevemente a la opinión pública nacional e internacional:
La planificación en nuestra
Organización es una norma obligatoria para hombres y mujeres, porque así lo
determinan las condiciones de la guerra. Es imposible criar hijos o hijas en la
selva, y de esto se habla ampliamente con la o el aspirante a filas para que
tengan completa claridad al respecto.
La violencia sexual es un
delito de suma gravedad en nuestras filas, consagrado como tal por nuestras
normas internas. No sólo se sanciona mediante el procedimiento de un consejo de
guerra, sino que existe la alta probabilidad de que en este se sentencie con la
pena máxima contemplada por nuestro Reglamento.
El aborto no es considerado un
método de contracepción. Su práctica es el
último recurso al que se apela cuando, pese a las medidas anticonceptivas
adoptadas, ocurre un embarazo indeseado. En todos los casos se sopesan muy bien
los riesgos para la madre, la futura criatura y el entorno guerrillero.
Hay que especificar que la
mayoría de los ejércitos del mundo manejan reglas especiales para mujeres
combatientes, como por ejemplo la contracepción obligatoria o limitaciones de
actividades físicamente intensivas en caso de embarazo. Nuestro ejército
insurgente vive permanentemente en una situación de guerra total. Una
guerrillera embarazada significa un riesgo cierto de muerte tanto para ella
como la criatura que lleva dentro, o, en el mejor de los casos, de serias
complicaciones médicas que ponen en peligro su vida y la de su unidad.
Teniendo en cuenta las
legislaciones vigentes en los países que han legalizado el aborto y
considerando que es un derecho fundamental de las mujeres decidir sobre su
cuerpo, las FARC-EP hemos ido precisando nuestra línea frente a las condiciones
y tiempos para practicar la interrupción de embarazo. Este derecho de las
combatientes es ahora cobijado por reglas que prohíben cualquier intervención
sin el consentimiento de la guerrillera y determinan un tiempo máximo de 3
meses para su realización.
Las guerrilleras de las
FARC-EP son mujeres comprometidas con la causa de la justicia social, son
sujetos políticos, mujeres revolucionarias que luchan consciente y libremente
por un país mejor. Todas y cada una de ellas se vinculan voluntariamente a la
organización, y al hacerlo se comprometen a cumplir con todas las Normas
Internas. Rechazamos por tanto los discursos que pretenden descalificarlas, ya
sea desconociendo su aporte a la lucha o presentándolas como víctimas de una
supuesta violencia masculina al interior de nuestra organización.
Las direcciones nacionales y
de Bloque han hecho las averiguaciones pertinentes en los dos Frentes citados
por la noticia, y certificamos que en ninguno de ellos ha militado o se conoce
siquiera al personaje en mención. Por lo cual está claro que se trata de un
montaje judicial y mediático.
Tampoco podemos tolerar que se
pretenda deshumanizar la causa revolucionaria con sindicaciones tan falsas e
infamantes como las violaciones de mujeres o la utilización de cuerpos de
guerrilleros caídos en combate para dar clases de anatomía.
Como mujeres luchadoras que
han elegido el legítimo camino de la rebelión armada, han asumido grandes
sacrificios. No es nuestra Organización la que les he arrebatado el derecho de
ser madres, sino la guerra que nos han impuesto los que detentan el poder. Por
respeto a las víctimas de este conflicto, exigimos de la Fiscalía, la
Inteligencia Militar, la Defensoría y los medios de comunicación, seriedad y
ética en sus investigaciones. La paz no se construye sobre calumnias, se
cimenta en la verdad.
Nuestra decisión de lucha es
inquebrantable. Como lo hemos hecho en la guerra, anhelamos mañana, junto a las
mujeres y a todo el pueblo colombiano, construir la paz estable y duradera con
justicia social que posibilite la reconciliación nacional.
Secretariado del Estado Mayor
de las FARC-EP