El siguiente es el texto de
los acuerdos entre las comisiones negociadoras del gobierno Colombianos y las
Farc-Ep dentro de los diálogos de la Habana Cuba.
Comunicado Conjunto No. 64
Acuerdo sobre las Víctimas
del Conflicto “Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No
Repetición”, incluyendo la Jurisdicción Especial para la Paz; y Compromiso
sobre Derechos Humanos
Resarcir a las víctimas está
en el centro del Acuerdo entre el Gobierno Nacional y las FARC-EP. En tal
sentido en la Mesa de Conversaciones de La Habana, hemos discutido y llegado a
acuerdos sobre el punto 5 de la Agenda “Víctimas” que incluye los subpuntos:
1. Derechos humanos de las
víctimas y 2. Verdad, tratando de dar contenidos que satisfagan las
reivindicaciones de quienes han sido afectados por la larga confrontación
respecto a cuya solución política hoy, mediante estos nuevos consensos e importantes medidas y acuerdos de
desescalamiento, hemos dado un paso
fundamental de avance para la construcción de la paz estable y duradera y la
finalización de una guerra de más de medio siglo que ha desangrado al país.
El Gobierno Nacional y las
FARC-EP, considerando la integralidad que debe caracterizar el desarrollo de
los numerales comprendidos en el punto Víctimas, iniciaron sus análisis
asumiendo la “Declaración de principios”
del 7 de junio de 2014, que sería la
base sobre la que se discutiría la temática respecto a la cual llegamos a
acuerdos centrales sobre: 1. Sistema integral de verdad, justicia, reparación y
no repetición y 2. Compromiso con la
promoción, el respeto y la garantía de los derechos humanos.
Dentro de estos compromisos se
incluyen trascendentales acuerdos como la creación de la Comisión para el Esclarecimiento de la
Verdad, la Convivencia y la No Repetición; la Unidad Especial para la Búsqueda
de Personas dadas por Desaparecidas en el contexto y en razón del conflicto; la
Jurisdicción Especial para la Paz y las medidas específicas de reparación.
Todos estos componentes se han articulado dentro de un Sistema Integral de
Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición, al que se vinculan también
medidas de no repetición, precisando que sobre este último tema, aparte de la
implementación coordinada de todas las anteriores medidas y mecanismos, así
como en general de todos los puntos del Acuerdo Final se implementarán medidas
adicionales que se acordarán en el marco del
Punto 3 – “Fin del Conflicto” de la Agenda del Acuerdo General.
Durante el desarrollo de los
debates del punto 5 “Víctimas”, se puso en marcha la Comisión Histórica del
Conflicto y sus Víctimas, la cual arrojó importantes conclusiones de contenido
diverso y plural en lo que concierne a los orígenes y las múltiples causas del
conflicto, los principales factores y condiciones que han facilitado o contribuido
a la persistencia del conflicto y los efectos e impactos más notorios del
conflicto sobre la población, todo lo
cual se ha considerado como insumo fundamental para el trabajo de la Comisión
para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición.
Otras medidas de primer orden
tomadas en el marco de las discusiones del punto 5 “Víctimas” han sido: la firma de medidas y
protocolos para adelantar los programas de limpieza y descontaminación de los
territorios de minas antipersonal (MAP), artefactos explosivos improvisados
(AEI) y municiones sin explotar (MUSE),
o restos explosivos de guerra (REG); medidas inmediatas humanitarias de
búsqueda, ubicación, identificación y entrega digna de restos de personas dadas
por desaparecidas en el contexto y con ocasión del conflicto.
El conflicto armado, que tiene
múltiples causas, ha ocasionado un sufrimiento y un daño a la población sin
igual en nuestra historia. Son millones los colombianos y colombianas víctimas
de desplazamiento forzado, cientos de miles los muertos, decenas de miles los
desaparecidos de toda índole y un amplio número de colectivos y poblaciones
afectadas a lo largo y ancho del territorio, incluyendo comunidades campesinas,
indígenas, afrocolombianas, negras, palenqueras y raizales, y Rom, partidos
políticos, movimientos sociales y sindicales, gremios económicos, entre otros.
Sin olvidar otras formas menos visibles pero no menos dolorosas de
victimización, como la violencia sexual, las afectaciones psicológicas, o la
simple convivencia con el miedo.
En reconocimiento de esta
tragedia nacional, desde el Encuentro Exploratorio de 2012, acordamos que el
resarcimiento de las víctimas debería estar en el centro de cualquier acuerdo;
y que la agenda para la terminación del conflicto debería incluir un punto
sobre las víctimas, como quedó consignado en el Acuerdo General del 26 de
agosto de 2012.
Por esa misma razón, antes de
abordar este punto de la Agenda, acordamos la mencionada “Declaración de
principios” que refleja ese compromiso con las víctimas y ha servido de brújula
de las conversaciones para asegurar que la satisfacción integral de sus
derechos a la verdad, la justicia, la reparación y la no repetición, esté en el
centro del acuerdo.
De manera paralela, ampliamos
los mecanismos de participación. Más de 3.000 víctimas participaron en cuatro
foros en Colombia organizados por las Naciones Unidas y la Universidad
Nacional, y sesenta víctimas viajaron a La Habana para dar sus testimonios
directos a la Mesa de Conversaciones y ofrecer sus recomendaciones, con el apoyo
de la Conferencia Episcopal, las Naciones Unidas y la Universidad Nacional. Sin
contar las más de 17 mil propuestas, que por diferentes medios, enviaron las
víctimas y demás ciudadanos a la Mesa de Conversaciones. Además 18
organizaciones colombianas de mujeres y 10 expertas en violencia sexual fueron
oídas por la Mesa de Conversaciones en pleno. Todas las propuestas que
recibimos de las víctimas fueron fundamentales para el logro de los acuerdos.
Sistema Integral de Verdad,
Justicia, Reparación y No Repetición
En cumplimiento de nuestro
compromiso de poner a las víctimas en el centro del Acuerdo y en respuesta a
sus testimonios, propuestas y expectativas, que oímos de viva voz, el Gobierno
Nacional y las FARC-EP acordamos crear el Sistema Integral de Verdad, Justicia,
Reparación y No Repetición, y por esa
misma razón hemos tomado las medidas descritas anteriormente.
El Sistema Integral parte del
principio de reconocimiento de las víctimas como ciudadanos con derechos; del
reconocimiento de que debe existir Verdad plena sobre lo ocurrido; del
principio de reconocimiento de responsabilidad por parte de todos quienes
participaron de manera directa o indirecta en el conflicto y se vieron
involucrados de alguna manera en graves violaciones a los derechos humanos y
graves infracciones al Derecho Internacional Humanitario; del principio de satisfacción de los derechos
de las víctimas a la verdad, la justicia, la reparación y la no repetición,
sobre la premisa de no intercambiar impunidades, teniendo en cuenta además los
principios básicos de la Jurisdicción Especial para la Paz, entre los que se
contempla que “deberá repararse el daño causado y restaurarse cuando sea
posible”.
El fin del conflicto debe
contribuir a garantizar que cesen las violaciones e infracciones, y es también
una oportunidad para garantizar la satisfacción de los derechos de las
víctimas. La terminación definitiva de las hostilidades brinda condiciones para
que las víctimas se expresen sin miedo y reciban el reconocimiento que les corresponde;
una oportunidad para que todos a quienes les quepa responsabilidad por
violaciones a los derechos humanos o infracciones al DIH hagan el
correspondiente reconocimiento; y en consecuencia, una oportunidad para aplicar
con mayor efectividad medidas que garanticen la verdad, la justicia, la
reparación y la no repetición.
La experiencia internacional
demuestra que la efectividad de estas medidas es mayor si se aplican de manera
articulada y complementaria. Por eso el Sistema pretende ser integral, para que
las medidas logren un máximo de justicia y de rendición de cuentas sobre las
violaciones a los derechos humanos e infracciones al DIH ocurridas a lo largo
del conflicto. La integralidad del Sistema contribuye también al
esclarecimiento de la verdad del conflicto y la construcción de la memoria
histórica.
Entendemos que una respuesta
amplia y genuina a los derechos de las víctimas –en el marco de la
implementación de todos los demás acuerdos, que también garantizan derechos– es
la base de la justicia.
Para cumplir con este
propósito y avanzar en la lucha contra la impunidad, el Sistema Integral
combina mecanismos judiciales que
permiten la investigación y sanción de las graves violaciones a los derechos
humanos y las graves infracciones al Derecho Internacional Humanitario, en los
términos que establece la Jurisdicción Especial para la Paz, con mecanismos
extrajudiciales complementarios que contribuyan al esclarecimiento de la verdad
de lo ocurrido, la búsqueda de los seres queridos desaparecidos y la reparación
del daño causado a personas, a colectivos y a territorios enteros.
Adicionalmente se crearán, por
fuera de la Jurisdicción Especial para la Paz, mecanismos judiciales tales como
una unidad de investigación y desmantelamiento de las organizaciones
criminales, incluyendo las organizaciones criminales que hayan sido denominadas
como sucesoras del paramilitarismo, y sus redes de apoyo, referidas en el punto
3.4. de la Agenda del Acuerdo General.
El Sistema Integral tiene un
enfoque diferencial y de género, que se ajusta y responde a las características
particulares de la victimización en cada territorio y cada población, y en
especial a las necesidades de las mujeres y de los niños y las niñas.
El Sistema Integral hace
especial énfasis en medidas restaurativas y reparadoras, y pretende alcanzar
justicia no solo con sanciones retributivas.
El Sistema debe también
garantizar a la vez la seguridad jurídica de quienes se acojan a las medidas de
justicia, como elemento esencial de la transición a la paz.
El éxito del Sistema Integral
depende también de que encuentre la más amplia aceptación en la sociedad.
Por último, la integralidad
del Sistema contribuye a sentar las bases para la recuperación de la confianza,
para la convivencia en un escenario de construcción de paz, y para una
verdadera reconciliación entre todos y todas los colombianos y las colombianas.
Objetivos:
En resumen, las diferentes
medidas y mecanismos del Sistema Integral deben contribuir al cumplimiento de
los siguientes objetivos:
• Satisfacción de los derechos
de las víctimas, mediante la combinación de mecanismos de carácter judicial y
extra-judicial.
• Rendición de cuentas,
mediante el establecimiento de responsabilidades, todos los participantes en el
conflicto, de forma directa o indirecta, combatientes o no combatientes,
deberán asumir su responsabilidad por las graves violaciones e infracciones
cometidas en el contexto y en razón del conflicto armado.
• No repetición, mediante la
aplicación de todas las medidas del Sistema –y de otras que serán acordadas en
el Punto 3 de la Agenda– para impedir la revictimización y la repetición,
alentar el rechazo de la sociedad a la guerra y sus efectos, afianzar la
terminación del conflicto, e impedir el surgimiento de nuevas formas de
violencia.
• Enfoque territorial,
diferencial y de género, mediante el tratamiento diferenciado de territorios y
poblaciones, en especial de las víctimas mujeres, de los niños y las niñas, y
de las poblaciones y a los colectivos más humildes y más vulnerables, y por
tanto más afectadas por el conflicto.
• Seguridad jurídica, mediante
el cumplimiento de las condiciones del Sistema Integral y en especial de la
Jurisdicción Especial para la Paz, con las garantías necesarias del debido
proceso.
• Convivencia y
reconciliación, mediante la construcción de confianza en el otro a partir de
las transformaciones positivas que en el seno de la sociedad generen los
acuerdos de paz, en especial mediante el reconocimiento de las víctimas, el
reconocimiento y establecimiento de responsabilidades, y en general el
reconocimiento por parte de toda la sociedad de la necesidad de aprovechar esta
oportunidad para construir un mejor futuro sobre la base de la justicia social,
el respeto y la tolerancia.
• Legitimidad, respondiendo a
las expectativas de las víctimas, de la sociedad en general, y a las
obligaciones nacionales e internacionales del Estado colombiano, incluyendo el
cumplimiento de lo pactado en el Acuerdo Final.
Componentes:
El Sistema Integral estará
compuesto por los siguientes cinco mecanismos y medidas:
• Comisión para el
Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición: Será un órgano
temporal y de carácter extra-judicial, que busca conocer la Verdad de lo
ocurrido y contribuir al esclarecimiento de las violaciones e infracciones y
ofrecer una explicación amplia a toda la sociedad de la complejidad del
conflicto; promover el reconocimiento de las víctimas y de las
responsabilidades de quienes participaron directa e indirectamente en el
conflicto armado; y promover la convivencia en los territorios para garantizar
la no repetición.
• Unidad especial para la
búsqueda de personas dadas por desaparecidas en el contexto y en razón del
conflicto armado: Será una unidad especial de alto nivel de carácter
humanitario y extrajudicial, cuyo objetivo es dirigir, coordinar y contribuir a
la implementación de acciones humanitarias de búsqueda e identificación de
todas las personas dadas por desaparecidas en el marco del conflicto que se
encuentren con vida, y en los casos de fallecimiento, cuando sea posible, la
localización y entrega digna de restos. Las actividades de la Unidad no podrán
ni sustituir ni impedir las investigaciones judiciales a que haya lugar en
cumplimiento de las obligaciones que tiene el Estado.
Jurisdicción Especial para la
Paz: El 23 de septiembre anunciamos que habíamos logrado un acuerdo sobre
Jurisdicción Especial para la Paz. Hoy damos a conocer a la opinión pública el
texto completo de ese acuerdo.
La Jurisdicción Especial para
la Paz ejercerá funciones judiciales de manera autónoma y preferente sobre los
asuntos de su competencia.
Los objetivos de esta
Jurisdicción son satisfacer el derecho de las víctimas a la justicia, ofrecer
verdad a la sociedad colombiana, proteger los derechos de las víctimas,
contribuir al logro de una paz estable y duradera, adoptar decisiones que
otorguen plena seguridad jurídica a quienes participan de manera directa o
indirecta en el conflicto armado interno, y deberá hacer énfasis en el fin de
la impunidad.
La Jurisdicción estará
constituida por una serie de salas de justicia, entre las que se incluye una
Sala de Amnistía e Indulto, y un Tribunal para la Paz, para administrar
justicia e investigar, esclarecer, perseguir y sancionar las graves violaciones
a los derechos humanos y las graves infracciones al Derecho Internacional
Humanitario.
Todas las actuaciones en el
componente de justicia, de conformidad con las reglas aplicables a la
Jurisdicción Especial para la Paz, respetarán los derechos fundamentales al
debido proceso, defensa, asistencia de abogado, presunción de inocencia, y la
independencia e imparcialidad de los magistrados de las Salas y secciones así
como de los integrantes de la Unidad de Investigación y Acusación. Todas las
decisiones judiciales sobre las responsabilidades y sanciones de personas serán
debidamente motivadas y fundamentadas en pruebas confiables y admisibles ante
tribunales de justicia.
La Jurisdicción Especial
incluye un capítulo específico sobre los contenidos, alcances y límites de la
concesión de amnistías e indultos, indicando entre otros aspectos que “A la
finalización de las hostilidades, de acuerdo con el DIH, el Estado colombiano
puede otorgar la amnistía “más amplia posible. No serán objeto de amnistía ni
indulto ni beneficios equivalentes los delitos de lesa humanidad, el genocidio,
los graves crímenes de guerra, entre otros graves crímenes y violaciones a los
derechos humanos.
• Medidas de reparación
integral para la construcción de la paz: Se trata de medidas que buscan
asegurar la reparación integral de las víctimas, incluyendo los derechos a la
restitución, la indemnización, la rehabilitación, la satisfacción y la no
repetición; y la reparación colectiva de los territorios, las poblaciones y los
colectivos más afectados por el conflicto y más vulnerables, en el marco de la
implementación de los demás acuerdos. Con este fin, se fortalecerán los
mecanismos existentes, se adoptarán nuevas medidas, y se promoverá el
compromiso de todos con la reparación del daño causado.
• Garantías de No Repetición:
Las garantías de no repetición son el resultado, por una parte, de la
implementación coordinada de todas las anteriores medidas y mecanismos, así
como en general de todos los puntos del Acuerdo Final; y por la otra, de la
implementación de medidas de no repetición que se acuerden en el marco del
Punto 3 – “Fin del Conflicto”.
Los distintos mecanismos y
medidas de verdad, justicia, reparación y no repetición, en tanto parte de un
sistema que busca una respuesta integral a las víctimas, no pueden entenderse
de manera aislada. Estarán interconectados a través de relaciones de
condicionalidad y de incentivos para acceder y mantener cualquier tratamiento
especial de justicia, siempre fundados en el reconocimiento de Verdad y
responsabilidades. El cumplimiento de estas condicionalidades será verificado
por la Jurisdicción Especial para la Paz.
Ningún mecanismo del Sistema
primará sobre otro. Cada mecanismo deberá cumplir su función principal de la
manera más ágil posible y sin duplicar aquellas de los otros mecanismos, para
lo cual se establecerán los protocolos de colaboración necesarios.
Por último, agradecemos a las víctimas por su
participación decidida, sus testimonios generosos y sus propuestas, sin las
cuales no hubiera sido posible construir este Acuerdo, y las alentamos a
participar activamente en su implementación y en la construcción de la paz.
Esperamos que con la
implementación de éste y de todos los Acuerdos se asegure la dignificación de
las víctimas, se haga justicia y se sienten las bases para acabar para siempre
con la violencia del conflicto en el país,
y para que nunca nadie más en Colombia sea víctima.
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