Por: Andrés Ramírez Galeano
Bogotá, agosto de 2018- La
leche se ha convertido en un alimento indispensable para el crecimiento del ser
humano, por esta razón el tratamiento que se le dé al producto desde el primer
momento marcará la diferencia en los nutrientes y la calidad que llega al
consumidor, por ello El Pomar basado en su trayectoria, destaca en cinco pasos,
la forma adecuada para manejar la leche, y así garantizar que sea óptima para
el consumo.
Paso 1: La verificación de la
calidad empieza desde el hato, donde las compañías ofrecen una serie de
capacitaciones a los ganaderos para que identifiquen si la leche cuenta con las
propiedades necesarias para el consumo. Además, se realiza un seguimiento para
saber si el producto resiste el proceso en la planta.
Paso 2: Al llegar a la planta
se toma una muestra en el carrotanque, esto con el fin de verificar el estado y
buena manipulación por parte del productor, estas pruebas de laboratorio están
estipuladas de acuerdo con la legislación colombiana, cuando la leche es óptima
se procede a descargar para empezar el proceso.
Según Carlos Zambrano Gerente
de Planta El Pomar “Si la leche no cumple alguno de estos requerimientos se
debe devolver el producto para evitar problemas que atenten contra el
consumidor o nuestro proceso; en el área de control calidad de El Pomar revisan
durante todo el proceso que la leche mantenga las propiedades fisicoquímicas y
microbiológicas”.
Paso 3: Después del descargue
se enfría y se almacena bajo unas condiciones específicas permitiendo mantener
la leche fresca para empezar el proceso de ultrapasteurización.
Paso 4: En la
ultrapasteurización se eleva la temperatura a 140°C por cuatro segundos para
reducir o desactivar la carga microbiana de la composición natural de la leche,
esto la convierte en larga vida. Además, reduce los posibles microorganismos
que pueden ocasionar daño a la salud del consumidor.
Paso 5: Al momento de envasar
la leche se debe tener en cuenta que los empaques Tetra Pak y Polietilenos de
alta barrera son fabricados con materiales que impiden el paso de la luz y
oxígeno, que se esterilicen para evitar la propagación de microorganismos que
puedan generar intoxicaciones. Para finalizar el proceso se realiza un embalaje
y distribución en vehículos adecuados, de forma que no se deteriore el producto
y siempre mantenga la calidad de fábrica.
Entre 2011 y 2016 el consumo
de leche UHT creció un 61.8%, al pasar de 529,5 a 856,8 millones de litros, con
un promedio anual del 10,1%, según Asoleche, este alimento proporciona una gran
cantidad de calcio, que lo convierte en fuente indispensable para la formación
y mantenimiento de huesos y dientes, además, mejora la presión y coagulación
sanguínea, convirtiéndose en una fuente importante de proteína. Fuente: Órbita empresarial (Andrés Ramírez
Galeano)
Ajuste de contenido y
diagramación: Bersoahoy.co