domingo, 30 de noviembre de 2014

El procurador se pronuncia respecto a liberación de secuestrados

Alejandro Ordóñez
Procurador
La Procuraduría General de la Nación celebra el fin del secuestro del general  Rubén Alzate Mora, el cabo Jorge Contreras Rodríguez y la abogada Gloria Urrego. Del mismo modo, la liberación de los soldados profesionales Paulo César Rivera y Jonathan Díaz.  
Al respecto, realiza la siguiente declaración a la opinión pública:
El principal enemigo del proceso de paz son las FARC. El secuestro, los atentados terroristas, el reclutamiento de niños, el asesinato de soldados y policías, entre otras demostraciones de barbarie, no permiten construir confianza ciudadana en el proceso de La Habana y hace cada vez más difícil que la sociedad colombiana acepte concesiones a esa organización criminal.
Las liberaciones no son un acto de paz ni demostración alguna de buena voluntad de los secuestradores de las FARC.  No merecen ningún reconocimiento, sino la dura condena de la sociedad colombiana y de la comunidad internacional, por ser prueba de la decisión de la guerrilla de mantener el secuestro como política del grupo. Jamás los debieron secuestrar.   
Las FARC debe renunciar al secuestro contra civiles y miembros de la fuerza pública de manera absoluta, liberar las personas que permanecen en su poder y decir la verdad sobre las miles que secuestraron, luego asesinaron y finalmente desaparecieron.
La Procuraduría insiste en la necesidad de que el Gobierno Nacional aproveche el reinicio de las conversaciones en La Habana para corregir inmediatamente los problemas de diseño del proceso de paz, derivados de negociar mientras las FARC mantiene el narcotráfico y acciones terroristas contra los colombianos. Es indispensable el cese de acciones criminales de la guerrilla.
La Procuraduría reitera el respaldo a la decisión del Gobierno Nacional de no caer en la trampa de las FARC de un cese bilateral de hostilidades. Así mismo, subraya que el llamado “desescalamiento” no debe comprender medidas que  detengan o disminuyan las operaciones militares y los operativos de policía en contra de las FARC. Tampoco deben restringir el empleo de todas las capacidades de la fuerza pública en su combate. El “desescalamiento” no se puede convertir en un “cese bilateral disfrazado”. Para llegar a la paz el momento requiere más firmeza y respaldo a los soldados y policías.
Sistema apoyado por la filosofía de Teletrabajo

No hay comentarios:

Publicar un comentario

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...