El acuerdo comprende la
Dejación de las Armas
•La ceremonia contó con la presencia del líder de ese grupo, ‘Timoleón Jiménez’,
el Secretario de la ONU, los presidentes de Chile, México, Venezuela, República
Dominicana y El Salvador.
• Hoy –por fortuna–, con lo
que se acaba de firmar, damos vuelta a esta trágica y larga página de nuestra
historia.
La Habana, Cuba, jueves, 23 de
junio de 2016 (Sistema de Información del Gobierno)
El Presidente de la
República, Juan Manuel Santos Calderón, declaró este jueves que a Colombia le
llegó hoy la hora de vivir sin guerra y ser un país normal y en paz.
El Jefe de Estado encabezó en
La Habana el acto de la firma del
Acuerdo para el Cese al Fuego y de Hostilidades Bilateral y Definitivo,
y la Dejación de las Armas, con las FARC en presencia del líder de ese grupo,
‘Timoleón Jiménez’, el Secretario de la ONU, Ban Ki-moon; los presidentes de
Cuba, Raúl Castro; Chile, Michele Bachelet; México, Enrique Peña Nieto;
Venezuela, Nicolás Maduro; República Dominicana, Danilo Medina y El Salvador,
Salvador Sánchez Cerén.
“¡Nos llegó la hora de vivir
sin guerra! ¡Nos llegó la hora de ser un país normal! ¡Un país en paz!”,
expresó Santos Calderón en el acto realizado en el salón de protocolo de El
Laguito, de la capital cubana.
“Compatriotas: Hoy es un día
histórico para nuestro país. Después de más de cincuenta años de
enfrentamientos, muertes, atentados y dolor, hemos puesto un punto final al
conflicto armado con las FARC”, manifestó el Mandatario y añadió que “lograr
este acuerdo nos llena de fe y esperanza”.
Recordó que desde comienzos de
los años 80, en tiempos del entonces Presidente Belisario Betancur, todos los
gobiernos impulsaron valientes iniciativas para cumplir el anhelo de paz de los
colombianos.
“Han sido más de treinta años
de intentos para poner un punto final al conflicto con las FARC. Y hoy hemos
dado el paso más definitivo en esa dirección”, manifestó.
El Jefe de Estado explicó que
“no solamente se acordó el fin de las confrontaciones –con un cese de fuego y
hostilidades bilateral y definitivo–, sino que también se definió un cronograma
preciso para que las FARC dejen las armas para siempre. Esto significa –ni más
ni menos– el fin de las FARC como grupo armado”, subrayó.
Se refirió al miedo y la
incertidumbre con los que han tenido que vivir los colombianos de todos los
rincones del país y de todos los sectores.
“Colombia se acostumbró a
vivir en conflicto, y ya no tenemos recuerdos –ni siquiera referencias– de lo
que es vivir en paz”, reconoció el Presidente.
“Lo cierto es que nos
acostumbramos al horror de la guerra. Se volvió parte de la vida cotidiana”,
continuó y dijo que “hoy –por fortuna–, con lo que se acaba de firmar, damos
vuelta a esta trágica y larga página de nuestra historia”.
“Hoy se abre un nuevo
capítulo, un capítulo que nos devuelve la esperanza, que nos permite empezar a
cicatrizar las heridas, y que les da a nuestros hijos la posibilidad de NO
repetir la historia que tanto daño le ha causado al país”, declaró el
Presidente Santos.
Destacó que ya en los últimos
meses el cese al fuego unilateral había permitido imaginar cómo sería ese país
en paz.
Hizo énfasis en que el acuerdo
de hoy garantiza que esa paz temporal será definitiva, sólida.
“Este acuerdo sobre el punto
del fin del conflicto les debe dar tranquilidad a todos los colombianos”,
aseguró el Mandatario, ya que “el fin de las hostilidades queda asegurado, y el
camino para que los miembros de las FARC dejen las armas queda claramente
definido”.
Al llegar al acuerdo, el
Presidente de la República llamó la atención sobre lo conseguido y convenido.
“Primero: el fin del conflicto
con las FARC. NO habrá más colombianos víctimas de esta guerra entre hijos de
una misma nación”, dijo.
Admitió que subsisten otros
fenómenos de violencia y delincuencia, como el ELN y las bandas criminales
asociadas al narcotráfico.
“Pero algo que todos debemos
comprender es que este acuerdo logrado con las FARC significa terminar la
guerra con la organización guerrillera más grande y más antigua, y tiene una
importancia inmensa para el presente y futuro de Colombia”, añadió.
En segundo lugar, citó el
hecho de habrá justicia para las víctimas de todos estos años de violencia.
“NO habrá impunidad. Los
máximos responsables de crímenes atroces serán juzgados y sancionados”, indicó
el gobernante colombiano.
Y como tercer punto manifestó
que “los campos de Colombia tendrán un futuro con más oportunidades, donde el
desarrollo, los servicios del Estado y la tranquilidad sean la regla y no la
excepción”.
En cuarto lugar los
colombianos tendrán “una democracia fortalecida, donde todos quepamos; donde
todos podamos opinar, disentir, construir...”.
Y el quinto logro es “una paz
estable y duradera, que nos dé la tranquilidad a todos de que los días oscuros
de la guerra con las FARC no volverán jamás, nunca más”, precisó.
“Esta es la realidad de lo que
se está acordando aquí en La Habana. Ese es el futuro que está a nuestro
alcance: el de un país donde podamos crecer, progresar y envejecer en paz todos
los colombianos”, puntualizó el Presidente Santos.
“Esta es la paz de los
colombianos –de TODOS, sin excepción– la paz que soñamos y esperamos por tantos
años. ¡Y ya no es un sueño! La sentimos en nuestras manos, al tiempo que vemos
alejarse –para siempre– la pesadilla de la guerra. La paz se hizo posible… ¡Por
fin posible! ¡Ahora vamos a construirla!”, concluyó.
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