El mes de diciembre, marcado por festividades y encuentros, se convierte
en un oasis de bienestar para muchas personas, ofreciendo la oportunidad de
desconectar del estrés laboral y disfrutar de momentos especiales con amigos y
familiares. Sin embargo, con el inicio del nuevo año, se enfrenta el desafío de
regresar a la rutina diaria, una tarea que puede resultar complicada para
algunos, según lo demuestran estudios al respecto.
El Síndrome Postvacacional, también conocido como depresión postvacacional, no está clasificado
como una enfermedad en el DSM-5 (manual diagnóstico y estadístico de los
trastornos mentales), pero su impacto emocional es innegable.
Diana Castañeda,
docente de psicología, del Politécnico Grancolombiano, señala acerca de este
tema: "es un proceso de adaptación en el que el cuerpo y la mente deben
ajustarse ante el retorno a horarios, obligaciones y rutina diaria".
Diana Castañeda Psicóloga |
Para facilitar la transición y minimizar el impacto del síndrome postvacacional, la
experta sugiere realizar una planificación cuidadosa antes de que finalicen las
vacaciones. “Reservar unos días para programar el regreso a las labores
cotidianas, ajustar los horarios según sus necesidades individuales, mantener
hábitos de alimentación saludables y realizar actividad física durante las vacaciones,
son pasos cruciales”.
“Para que la vuelta de vacaciones no sea un golpe tan duro para aquellos
que enfrentan el síndrome postvacacional, es fundamental comprender que la
actitud y la toma de medidas conscientes, son elementos cruciales para suavizar
el impacto de esta transición. Al adoptar una mentalidad positiva y aplicar
estrategias proactivas, no solo podemos enfrentar con éxito los desafíos que
surgen al regresar a la rutina, sino también transformar el proceso en una
oportunidad para un nuevo comienzo lleno de energía y optimismo”, concluyo la
docente del Politécnico Grancolombiano.
Fuente: Laura Ximena Orjuela - jefe de Prensa
No hay comentarios:
Publicar un comentario