• “Estamos sentando un
precedente que puede servir a otros conflictos armados en el planeta”, dijo el
Jefe de Estado al instalar la Reunión de ministros de Justicia y otros
ministros, procuradores o fiscales generales de las Américas, este jueves en
Bogotá.
• El Mandatario destacó que ha
sido tan significativo este avance, que permitió acordar el 23 de marzo de 2016
como la fecha límite para firmar el Acuerdo Final que terminará el conflicto
armado en Colombia.
• Señaló que adicionalmente se
estableció que las Farc comenzarán a dejar las armas a más tardar a los 60 días
luego del Acuerdo Final. “Hoy hay un cronograma para terminar la guerra y, si
lo logramos, es porque desatamos el nudo gordiano de la justicia”, afirmó. Foto: César Carrión - SIG
Bogotá, 15 oct (SIG). Como un paso trascendental no
solo para la paz en el país sino también en el hemisferio, calificó el
Presidente Juan Manuel Santos el Acuerdo sobre Justicia Transicional logrado
por el Gobierno Nacional y las Farc en la mesa de conversaciones en La Habana.
Así lo indicó el Mandatario al
instalar en la reunión de ministros de justicia y otros ministros, procuradores
y fiscales generales de las Américas, evento que se realiza este jueves en
Bogotá.
Al considerar que el tema de
la justicia era el “mayor obstáculo para la firma de la paz”, el Jefe de Estado
dijo que se logró diseñar un sistema que garantiza la no impunidad frente a los
delitos más graves cometidos con ocasión del conflicto, a través de la creación
de una Jurisdicción Especial para la Paz.
“Con este acuerdo, que respeta
la normatividad y los principios del derecho internacional y de nuestra propia
Constitución, se coloca por primera vez el derecho de las víctimas a la
justicia, así como a la verdad, a la reparación y a la no repetición, en el
centro de la solución de un conflicto armado”, reiteró.
Destacó que con ello, se está
logrando el objetivo fijado desde un principio, consistente en alcanzar el
máximo de justicia que permita la paz.
Estamos sentando un precedente
El Presidente Santos recalcó
que, además, esta es la primera vez en la historia de los conflictos en el
mundo, en que un gobierno y un grupo armado ilegal –en un acuerdo de paz y no
como resultado de imposiciones– crean un sistema de rendición de cuentas ante
un Tribunal nacional por la comisión de crímenes internacionales y otros
delitos graves.
“Estamos sentando un
precedente que puede servir a otros conflictos armados en el planeta, y así lo
reconocen destacados analistas y centros de pensamiento”, dijo.
El Mandatario subrayó que ha
sido tan significativo este avance, que permitió acordar el 23 de marzo de 2016
como la fecha límite para firmar el Acuerdo Final que terminará el conflicto
armado en Colombia.
“Ese día, o antes, daremos un
adiós definitivo a la última y más larga guerra de Colombia y de todo el
Hemisferio occidental”, sostuvo.
Señaló que adicionalmente se
estableció que las Farc comenzarán a dejar las armas a más tardar a los 60 días
luego del Acuerdo Final. “Hoy hay un cronograma para terminar la guerra y, si
lo logramos, es porque desatamos el nudo gordiano de la justicia”, afirmó.
La paz de Colombia será la paz de toda la región
Durante el encuentro, el
Presidente Santos les pidió a los ministros, procuradores y fiscales de América
“llevar a sus países la buena noticia de que, si todo marcha según lo pactado,
en menos de seis meses todo nuestro hemisferio será una zona libre de guerras y
conflictos armados, porque la paz de Colombia será la paz de toda la región”.
El Mandatario garantizó
también que las partes lograrán ponerse de acuerdo sobre las “bases de un
sistema de justicia transicional donde no habrá amnistías ni indultos para los
delitos de lesa humanidad y los graves crímenes de guerra, y donde los
responsables tendrán sanciones con restricción efectiva de la libertad, y
cumplirán además funciones reparadoras y restaurativas”.
“Digan finalmente que en
Colombia estamos adelantando un proceso de paz que ha puesto a las víctimas en
el centro de la solución del conflicto. Porque la justicia que buscamos no es
una venganza de la sociedad sino la realización de un derecho sagrado de las
víctimas”, reiteró el Jefe de Estado.
“La firma de la paz, quién lo
duda, es indispensable para el desarrollo de nuestro país, pero sabemos bien
que es apenas el comienzo de una enorme tarea, que es la reconstrucción del
tejido social, la recuperación de la confianza y la activación de dinámicas de
paz en todo el territorio nacional”, concluyó el Presidente de la República.